Seminario diocesano nuestra señora
Marinilla- Antioquia
Breve reseña histórica
El seminario diocesano nació en Sonsón para atender a la petición expresa de la Santa Sede cuando se creó la diócesis en 1958.
Posteriormente, el presbiterio solicitó a monseñor Alfonso Uribe Jaramillo reabrir el seminario diocesano, quien acogió favorablemente la idea. Constituyó una comisión de sacerdotes para integrada por Flavio Velásquez Jiménez, Oscar Ángel Bernal, Iván Cadavid Ospina, Adolfo Duque Arbeláez, Francisco Hernández Giraldo y Carlos Serna Cañas para consolidar el proyecto
El 15 de agosto de 1980 con el Decreto No. 041, Monseñor Uribe reiniciael Seminario, encomendándolo a la protección de «Nuestra Señora», la Virgen María, el cual inició labores el 2 de febrero de 1981. En 1985 se dio apertura al ciclo filosófico, el cual consolidó en 1995 monseñor Flavio Calle Zapata.
En el año 2000 se cerraron los cursos de bachillerato y quedaron solamente los estudiantes de filosofía, pues la experiencia del Seminario Menor en su forma clásica ya no arrojaba los resultados esperados y representaba para el clero que trabajaba en el Seminario una fatiga muy pesada.
Con la llegada de Mons. Ricardo Tobón Restrepo a la dirección de la Diócesis el 5 de julio de 2003, se abrieron para el Seminario Diocesano nuevas perspectivas. El presbiterio veía con inquietud el futuro de la obra y pidió al Prelado consolidarla en todos sus aspectos; fue así que se dieron pasos para fortalecerla, abrirle horizontes de futuro y colocarla al centro del sentir diocesano. Las acciones del Obispo no se hicieron esperar: se reorientó la pastoral vocacional, lo que permitió ver crecer el número de aspirantes; el Seminario fue apareciendo como centro de los encuentros vocacionales; se organizó el proceso del Seminario Menor parroquial «San Alberto Magno»; se abrió el curso propedéutico a partir del año 2006 debiendo participar en el mismo los alumnos no asociados y aquellos asociados que aspiraban a pertenecer a la jurisdicción; se activó un proceso de pequeñas comunidades entre los alumnos para fortalecer una experiencia de discipulado como eje del proceso de discernimiento, lo cual ha permitido ir estructurando un nuevo modo de formar para los tiempos presentes; se iniciaron estudios para el mejoramiento de la planta física, los cuales orientaron a la decisión de hacer unas nuevas instalaciones, que no solamente fueran para el uso del Seminario sino que permitieran dotar a la Diócesis de un centro de pastoral.
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