Enviados para Ser Discípulos
La Jornada Mundial de La Juventud se configura en un evento a nivel de Iglesia Católica que muestra al mundo el rostro joven de Cristo que quiere inundar la faz de la tierra con alegría. Este 2023, se lleva a cabo dicha jornada en la ciudad de Lisboa, Portugal, donde convencionalmente se contará con la presencia del Papa Francisco y la población peregrina de aproximadamente 200 países del mundo, que, con sentimiento eclesial, dispondrán sus corazones para recibir el mensaje de Jesús y contagiarlo -luego de su retorno- a sus hermanos en los diferentes grupos, movimientos y/o comunidades.
Dicho evento quiere generar un impacto y dar consecución a un proceso de evangelización serio, para evitar caer en el peligro de dar solo información y no formación, o volverse algo netamente celebrativo, por lo que en sucesión a la última jornada hecha en Panamá el pasado 2019, que tuvo como tema la Anunciación, ahora se desenvolverá en la cita bíblica del evangelio de Lucas 1,39: “María se levantó y partió sin demora”. Que evidentemente muestra el envío del Señor a la Virgen en cuanto una misión particular como discípula misionera, posterior al anuncio del arcángel Gabriel.
Sin duda alguna, toda la cristiandad, es enviada por el Señor a cumplir una misión de servicio generoso en el amor, y en partir sin demora al encuentro de quién le necesite, dando inicio por los más familiares, a ejemplo de María, con su prima Isabel; pero ahora la tarea se particulariza a los jóvenes para que digan siempre SI, y transformen el mundo por medio del poder del servicio, PRONTO y DECIDIDO.
También dicha actividad, trae un matiz propio que da identidad y genera expectativa a quienes van a participar, como lo es: un logo, un lema y un himno (que podremos encontrar fácilmente en internet). Encierran una temática particular para generar un impacto en el corazón de los jóvenes y motivarlos en el seguimiento de Cristo, descubriendo que hay muchos cristianos en la misma etapa de su vida que al estilo de María, quieren cumplir la voluntad de Dios y transformar el mundo en una manifestación concreta de amor.
Es una verdadera aventura vincularse a un evento de Iglesia como estos, puesto que el tema logístico es algo desbordante y la carga espiritual que se siente, recarga el alma, ya que es nutrirse al compartir experiencias de fe con otras personas del mundo, que manifiestan a Jesucristo vivo y que habita en los corazones.
Por: Pbro. Sebastián Sánchez Rojas
Delegado de Infancia, Adolescencia y Juventud