Mediante el decreto 006 del 2 de febrero de 2020, monseñor Fidel León Cadavid Marín, obispo de la diócesis, creó la parroquia “Santa María Inmaculada”, desmembrándola de la Parroquia “San Vicente Ferrer”. Se convierte en la parroquia número 70 en el territorio de la diócesis, y se encuentra en la zona rural del municipio.
Esta nueva parroquia se erige considerando que en esta localidad del oriente se ha visto crecer aceleradamente el número de sus habitantes, por lo cual se impone una mejor atención pastoral a los fieles y que la comunidad que allí habita ha venido siendo evangelizada y preparada para la organización canónica.
La parroquia, según lo indica el decreto, quedó constituida por las siguientes veredas: Chaparral, San Antonio, la Porquera y Santa Rita; teniendo una población estimada en 2.500 habitantes; además, se establecen los límites de la parroquia, así: por el occidente con las veredas San Juan XXIII y Chaparral del municipio de Guarne; por el noroccidente con la vereda Guapante del municipio de Guarne; por el norte con la vereda el Coral del municipio de San Vicente; por el nororiente con la vereda el Perpetúo Socorro del municipio de San Vicente; por el oriente con las veredas Alto de la Compañía y la Compañía abajo, del municipio de San Vicente; por el sur con la vereda las Hojas del municipio de San Vicente, la vereda San Luis del municipio de Rionegro y la vereda Guamito del municipio de Guarne.
La Fiesta Patronal se celebrará el ocho (08) de diciembre día de la solemnidad de la “Inmaculada concepción de la Santísima Virgen María”. Y se nombró como primer Párroco al Presbítero Álvaro de Jesús Ríos Rincón, quien desde hace 3 años venía acompañando este proyecto y a la comunidad de la zona, con el deseo de convertir la capilla en una parroquia.
El domingo 23 de febrero se realizó la solemne Eucaristía en la cual se vivió la elevación a la dignidad de parroquia de esta comunidad y se posesionó el padre Álvaro de Jesús Ríos Rincón como el primer párroco. En la celebración, presidida por monseñor Fidel León Cadavid Marín, obispo diocesano, se le hizo entrega de las llaves del templo, se hizo lectura de los decretos de creación de la parroquia y nombramiento del nuevo párroco.
En la homilía, monseñor Fidel recordó que “en una parroquia viven y se reúnen los hijos e hijas de Dios, llamados a ser santos; y para ser Santos debemos parecernos a Dios, que es compasivo y misericordioso; ser santos en una comunidad, porque somos santuarios de Dios, donde habita el Espíritu Santo y es por ese Espíritu que podemos alcanzar la Santidad. Dios nos ha invitado a construir desde el amor. Una comunidad debe escuchar la palabra de Dios y que la cumple; Dios nos ha dicho y nos ha insistido en amar al enemigo, porque él actúa así y quiere que nosotros actuemos así, que amemos a todos los hermanos, a los enemigos, a los amigos; esa, en definitiva, es la invitación más grande de Dios, ser comunidad de amor. Al crear esta parroquia con ese nombre de Santa María Inmaculada, ella va a ser el mejor ejemplo de lo que debe ser un creyente y una comunidad creyente; en maría Dios vence el mal, no destruyendo las personas, sino haciendo algo nuevo. Ojalá seamos como María, que siempre buscamos hacer el bien a los demás, y llevando el amor de Dios a todos los hombres”.
Luego de la homilía se realizó el rito de la toma de posesión, en el que el padre Álvaro Ríos realizó la profesión de fe y la promesa de obediencia, después, acompañado del obispo, visitó la pila bautismal, el confesionario y veneró la reserva eucarística en el Sagrario y tomó posesión de la sede parroquial. Al término de la Eucaristía el padre Álvaro dirigió un mensaje de gratitud a todos los presentes por acompañar el momento histórico para la comunidad parroquial de Santa María Inmaculada.
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