El día 2 de febrero, en el marco de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, se celebró la Eucaristía de Acción de Gracias por las personas que deciden consagrar su vida al servicio de la Iglesia.

La Celebración se realizó en la Catedral San Nicolás el Magno en Rionegro, fue presidida por monseñor Fidel León Cadavid Marín, obispo diocesano, y contó con la presencia de más de 40 sacerdotes y 300 religiosos que se desplazaron desde los diferentes municipios de la región y de las comunidades que hacen presencia en el territorio diocesano.

En la homilía, monseñor recordó 3 palabras que están en relación con los tiempos: Gratitud en relación con el pasado, la pasión en relación con el presente, y la esperanza en relación con el futuro; invitación que hizo el papa Francisco para el año de la vida consagrada, para que sea un tiempo de gracia y conversión.

Monseñor Fidel invitó a recordar los orígenes de cada una de las congregaciones y comunidades, mirando a través del tiempo, con sentimiento de gratitud a Dios, a los fundadores y a la historia “ahí radica la esencia de la identidad de cada comunidad y lo que favorece la pertenencia, pues si se pierde esto, podemos desaparecer”. “Cada comunidad es expresión de la creatividad del Espíritu” agregó monseñor Cadavid.

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