La curia episcopal abrió de nuevo las puertas de atención al público y lo hizo con una Eucaristía de inicio de labores con los sacerdotes y laicos que hacen parte de la organización diocesana.
La Eucaristía fue presidida por el presbítero Ovier Galvis, vicario de administración, quien presentó en primer lugar a los dos sacerdotes que se integran al equipo diocesano de pastoral: el padre Edwin Yair Hidalgo Giraldo, Delegado Episcopal para la Pastoral Empresarial, con Profesionales y Urbana y el padre Luis Carlos Salazar Jiménez, Delegado Episcopal para la Pastoral Sacerdotal. Y los seminaristas José Ricardo Gómez Aristizábal para la Delegación de Comunidades Eclesiales y Catequesis y Roger David Argumedo Romero para la Pastoral Social.
En la homilía, el padre Ovier recordó que en el evangelio del día (Marcos 1, 21-28) se hace referencia al inicio de la vida pública de Jesús después del bautismo con el llamado de los primeros 4 discípulos “Él, como hijo de Dios, tenía todo el poder y señorío para trabajar con cualquier método, pero quiso el más cercano a los hombres; llamó a algunos hombres y los asoció a su misión”, el evangelio indica que los invitó a unirse a su trabajo y luego los llevó a un escenario pastoral, el primero que encontraron, y que era altamente exigente.
“Jesús se pone a enseñar en Cafarnaún con la palabra de autoridad y luego involucra el aspecto práctico con la curación de aquel hombre; con eso logra que la gente se fascine de él; lo que marcó la vida de los discípulos para estar junto a él y formar un vínculo más estrecho” Indicó el P. Galvis.
Indicó que la Iglesia y la Diócesis, con ese mismo sentimiento, no puede trabajar sola; por eso se deben conformar equipos de trabajo con sacerdotes y laicos “estamos aquí para ayudarle a la Iglesia en la extensión del reino, para ir al encuentro de la gente débil en el conocimiento de Dios y fortalecerlo; así llevar hombres a Jesús”.
El equipo de la curia episcopal se conoce como el timón de la pastoral de la Diócesis y el P. Ovier invitó a plantear la pregunta “¿Nosotros que entramos a trabajar con Jesús, nos hemos asombrado de su persona y su palabra?”, cuestionando el hecho que muchos trabajan buscando formar discípulos, pero a veces no lo son “la primera escuela de discípulos de la Diócesis debe ser la curia. Pensamos en los destinatarios, no en nosotros. Debemos estar asombrados por Jesús sorprendidos por su palabra y su obra”. La invitación que hace el evangelio es “vengan y caminen detrás de mi, hagamos equipo, déjense asombrar, y busquemos todos ser pescadores de hombres”
Para finalizar, el padre Ovier invitó a sentir gozo por el llamado recibido de Dios para trabajar con Él y colaborar en su obra; dejar que Jesús asombre la vida de todos para tener una entrega total; y por último, ser un equipo y asumir el liderazgo comunitario
