El sábado 5 de febrero se realizó la solemne ceremonia de Bendición del templo, consagración del altar e inauguración de la parroquia San José, esposo de la Santísima Virgen María, en la vereda Las Cuchillas de San José en Rionegro, creada mediante el decreto 048 del 8 de diciembre de 2021. En la solemne Eucaristía, que contó con la presencia de una gran cantidad de fieles habitantes de la zona, presidida por monseñor Fidel León Cadavid Marín, se consagró el altar con el Santo Crisma, tal como pide la liturgia propia de esta ceremonia, se hizo la bendición de los principales lugares destinados para los sacramentos y del sagrario. Tomó posesión, además, el padre William Quintero, quien fue nombrado como primer párroco de esta naciente comunidad parroquial.

Esta nueva parroquia, la número 72 de nuestra diócesis, fue desmembrada de las Parroquias “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro”, “La divina Misericordia” y la Concatedral “San Nicolás el Magno” del municipio de Rionegro, constituida por tres veredas “Cuchillas de San José, El Carmín y Abreo parte Alta”, contando con una población estimada de 5.200 habitantes. Destinándose que la Fiesta Patronal se celebrará el diecinueve (19) de marzo, día de la solemnidad de “San José”. Los límites establecidos son:

Por el Norte: vereda Mampuesto
Por el Noreste: vereda la Mosca
Por el Este: vereda la Laja
Por el Sureste: Sector Fontibón (comuna Liborio Mejía)
Por el Sur: Vereda Abreo parte baja
Por el Suroeste: Vereda Abreito
Por el Oeste: Aeropuerto internacional José María Córdoba
Por el Noroeste: Vereda la Mosquita del Municipio de Guarne

En el decreto se indica que la finalidad principal de una parroquia es la Evangelización de los fieles, la distribución de la gracia divina por medio de los sacramentos y la construcción de la comunidad cristiana, por lo cual se han de crear estructuras pastorales apropiadas para ello.

A propósito de las parroquias, el documento de Aparecida en sus numerales 304 – 306 nos dice “las Parroquia son células vivas de la Iglesia y lugares privilegiados en los que la mayoría de los fieles tienen una experiencia concreta de Cristo y de su Iglesia. Que en ellas debe haber celebraciones e iniciativas, donde los fieles experimenten como en una familia la fe y la caridad en la que mutuamente se acompañen y ayuden en el seguimiento de Cristo; además se pide que sean centros de irradiación misionera y lugar de formación permanente y se aúnen esfuerzos con las parroquias vecinas para alcanzar tal fin”