Misa Crismal, este jueves 22 de marzo a las 10:00 a.m. en la Catedral de Rionegro.
Nuestra iglesia diocesana se prepara, convocando a todos sus hijos, para vivir la celebración de la misa Crismal, en la mañana del jueves anterior a la Semana Santa; por razones pastorales, no se celebra propiamente el Jueves Santo o el Martes Santo como en muchas diócesis. En nuestra jurisdicción será este jueves 22 de marzo a las 10:00 a.m. en la Catedral San Nicolás el Magno de Rionegro.
Esta es una celebración de todo el pueblo cristiano presidido por su Obispo y rodeado de sus presbíteros y diáconos, no es un acto clerical o exclusivamente sacerdotal; es una epifanía de la Iglesia local.
En esa venerable Misa Crismal, celebrada en la Catedral, se bendecirán el óleo de catecúmenos y el óleo de sanación para la Unción de Enfermos, se consagrará solemnemente el Crisma y se renovarán las promesas sacerdotales, con una liturgia que anticipa la gozosa vigilia pascual; por el sentido mismo de los óleos, la Iglesia invita de una manera especial a todos aquellos que se relacionan con estos Óleos:
El Óleo de catecúmenos (catequesis, bautismo, misión, evangelización) a todos aquellos que trabajan en las catequesis pre bautismales, a todos los catequistas de adultos y de catecumenados diversos y procesos e itinerarios de evangelización.
El Óleo de enfermos a todos aquellos hijos suyos que trabajan profesionalmente en el campo de la sanidad; igualmente, invita a las religiosas y religiosos que asisten a ancianos y enfermos; a todos los equipos de pastoral de enfermos que visitan en sus parroquias a los enfermos y/o pertenecen a grupos de pastoral de la salud.
El Santo Crisma a todos aquellos que son catequistas de jóvenes y adultos para prepararlos al Sacramento de la Confirmación y, asimismo (y puede ser una experiencia pastoral-catequética), a los grupos que durante la Pascua van a recibir este Sacramento; invitación a los seminaristas que serán ungidos en el presbiterado; invitación a las parroquias de nueva construcción que ese año serán dedicadas solemnemente; invitación a todos los presbíteros a fin de que renueven las promesas de su ordenación sacerdotal
Así pues, la Iglesia diocesana queda convocada oficial y solemnemente a la Misa Crismal.
Esto es espiritualidad litúrgica verdadera, esto es plan pastoral sincero y evangelizador, esto es auténtica Tradición.
Siéntanse todos y cada cual invitados… y cada sacerdote invite en su parroquia… y crecerá una conciencia pascual y eclesial a la vez.
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