Novena de preparación a la visita del Papa | Día 7
Oración para todos los días
Padre de misericordia,
Tú has sembrado en nosotros la semilla de la fe,
para que seamos hijos tuyos y discípulos misioneros de Jesucristo.
Haz que nuestra vida sea testimonio visible de tu Reino
y demos a conocer a todos tu Palabra.
Te damos gracias por el Papa Francisco,
y te suplicamos que su visita a Colombia sea un tiempo de bendición,
que nos confirme en la fe
y nos ayude a dar el primer paso,
para comenzar con Cristo algo nuevo
en bien de todos los colombianos.
Suscita en nuestros corazones esperanza, perdón, amor y paz,
para que con la ayuda de tu Espíritu
hagamos posible el reencuentro entre los colombianos
por medio de la reconciliación.
Te suplicamos, Padre de bondad,
que, por intercesión de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá,
esta visita del Santo Padre,
nos abra la mente y el corazón
al Evangelio de Cristo nuestro Señor.
Amén.
Consideración para el día séptimo
Iluminación Bíblica: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados Hijos de Dios.” (Mt 5, 9)
El sermón de la montaña que presenta el evangelista Mateo se abre con las bienaventuranzas, las cuales podrían ser entendidas como el perfil de quién decide seguir al Señor. El evangelista, luego de trazar un itinerario enmarcado por la pobreza espiritual, la mansedumbre, el llanto, el hambre y la sed de justicia, presenta tres actitudes necesarias para la construcción de reino de Dios: la misericordia, la conversión y el trabajo por la paz. Este programa ha de ser un reto para la sociedad de hoy, de manera especial para todos los colombianos y todos aquellos que habitan en nuestra tierra, quienes, de una manera u otra, somos víctimas o por el contrario, promotores de las distintas clases de violencia que nos aquejan.
En su mensaje para lo jornada mundial de la Paz de este año 2017, el Papa nos desafía a “construir la sociedad, la comunidad o la empresa, de la que son responsables, con el estilo de los trabajadores por la paz; de dar muestras de misericordia, rechazando descartar a las personas, dañar el ambiente y querer vencer a cualquier precio. Esto exige estar dispuestos a ‘aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso. Puede suceder que las diferencias generen choques: afrontémoslos de forma constructiva y no violenta, de manera que «las tensiones y los opuestos puedan alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida»”.
Para la meditación: Desde mi realidad, ¿Cuáles son los gestos y acciones que realizo para ser constructor (a) de paz?
Padre Nuestro…
Oración final: Señor de la historia y de la vida, que quieres que los hombres y mujeres vivamos armoniosamente, haz que con nuestro compromiso cristiano podamos ser constructores (as) de paz y de una sociedad más justa y solidaria. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Foto: Infocatólica